(Feria, fotografía de José Angel Almela)
El que suscribe, natural y vecino de Cieza, casado, mayor de edad, profesional de la Educación, hijo de José y Luisa según obra en el Registro Civil, hoy, un día antes y con LA FERIA como destino, atentamente
EXPONE:
Que vivimos tiempos difíciles en los que parece que el cuerpo no está para muchos bailes, y hasta la misma Democracia anda renqueante, herida, con falta de vidilla y con síntomas de debilidad extrema en algunas de sus funciones y valores.
Que parece que el mundo es de peaje y experimental, que todo es desechable y provisional.
Que no obstante, somos muy dados a preferir temas centrados en problemas, catástrofes, conflictos, deficiencias y necesidades (y más en este tiempo de crisis), y que en todo ello hay una parte de exigencia y de denuncia social que me parecen bien. Pero que el ser humano no está hecho sólo de desdicha, conflicto y dolor, que la Alegría también forma parte de lo que somos y ella nos hace sentir vivos y disfrutar de las personas y de las cosas que nos rodean.
Que aunque ver a políticos corruptos que siguen en el Poder habiendo sido votados hace poco por un pueblo desganado, manipulado y triste no es nada gratificante, debemos mirar adelante y, aparte de quejarnos y manifestar nuestra Indignación como hace ese movimiento tan saludable para la sociedad como es el 15-M, debemos explorar también aquellos elementos positivos de los que suele surgir la Felicidad porque hay que vivir el día a día, y de entre ellos, por tradición y patrimonio, está la FERIA del pueblo.
Que la Tierra cayó en manos de unos locos con carnet , especuladores con mucho, muchísimo dinero a los que me niego a llamar “mercados”.
Que es una realidad que La Feria de Cieza, nuestra Feria, ha ido perdiendo terreno frente a otras festividades como la de los Moros y Cristianos o la Semana Santa, y que ello creo que ha sido intencionadamente, por lo que no nos debería sorprender su estado actual de “en coma”, aunque haya alguno que le sorprenda y se enfade, con razón.
Que a mi juicio, la Feria un fenómeno social cargado de valores, aunque no siempre esté claro.
Que La Feria debería ser una oportunidad democrática dada la participación y la tolerancia que de ella en general se derivan, pero la democracia no es un sistema de control de arriba abajo sino ascendente (el control descendente lo ejerce a las mil maravillas las dictaduras), ya que en una democracia el poder está en el pueblo, y que este pueblo desearía una Feria al menos, Digna.
Que La Feria es un excelente espacio para el encuentro, para la relación con los amigos, para la convivencia festiva, una ocasión magnífica para la práctica de la hospitalidad y del intercambio ciudadano, para que la ciudad se abra y sea un poco más cosmopolita, pero que para ello haría falta un programa festivo que no tuviese como objetivo cubrir el expediente.
Que una democracia está corrompida en la medida de que los que tienen el poder (por voluntad del pueblo, no lo olviden) viven con menos controles que el pueblo que los ha votado y con más prebendas que el resto, por lo que no deberíamos ver en La Feria que nuestros políticos municipales, sus hijos y demás familia tengan más privilegios que el resto de los ciudadanos.
Que recién celebradas las elecciones municipales, debemos recordar que con un voto no cambiamos casi nada (como decía la canción de Víctor Manuel), y que los elegidos lo son siempre que entiendan que nuestros votos no son un Cheque en Blanco.
Que en la Feria habría que replantearse, poner los medios o poner fin, a los espectáculos que conlleven el deterioro del medio ambiente, el maltrato del mobiliario urbano o a los animales, así como a la chabacanería.
¡Que la fiesta aviva nuestra creatividad!, aunque esté asentada en tradiciones que hunden sus raíces en tiempos remotos; y que siempre es posible idear nuevas actividades, crear nuevos espacios de diversión, organizar sugerentes experiencias compartidas, etc…
Por eso y por muchas otras cosas más que todos sabemos, sin que sirva de recedente, respetuosamente
SUPLICA
Se informe al personal que el ejercicio de la libertad conlleva el desarrollo de la responsabilidad. Cuando tenemos por delante la posibilidad de actuar libremente podemos hacerlo como gamberros o como personas civilizadas, por lo que dejar limpios los recintos, no molestar a los otros, etc. son lecciones imprescindibles para el buen desarrollo de La Feria del pueblo.
Se recuerde que no hay fiesta si no se participa y que la participación tiene muchas fases y grados. Conviene participar en su preparación, en su desarrollo y luego en su evaluación, para que las próximas Ferias sean mejores. Para ello nuestros políticos municipales deben preguntar, tienen que pensar, que esforzarse, hacer autocrítica y ser sensible a las críticas de los ciudadanos.
Se tenga en cuenta que hay personas que no saben divertirse, hoscas y antipáticas, que parece que les moleste la alegría y el disfrute de los demás….¡pues que se queden en casa o, que pongan tierra de por medio y se vayan!. Allá ellos, están en su derecho. Pero que la Feria es un buen momento para ver las calles llenas de gente y comprobar que se democratiza el placer, que lo que antes estaba al alcance unos pocos, ahora pueden disfrutarlo muchos más.
Se explique que si La Feria cuesta dinero, y en un sentido pragmático de la realidad nos puede hacer pensar que ese gasto es derroche ya que hay muchas necesidades como el hambre o la ignorancia, bien es verdad que el ser humano también tiene otro tipo de necesidades que deben ser atendidas en una democracia. Una de ellas es la de divertirse de forma organizada y compartida, aunque por supuesto sin despilfarros al estilo de aquellas Ferias de los Cieza Golf y compañía (por cierto…¿dónde quedaron aquellos proyectos monstruosos y especulativos?).
Se sirvan tomar medidas y llamar al orden a esos chapuceros que lo dejan todo perdido en nombre del personal. Pero háganlo urgentemente para que no sean necesarios más héroes ni más milagros pa' adecentar el local.
Y si no estuviera en sus manos hacer algunas de las cosas que aquí se escriben, o informar y hacer democráticamente lo que deben, o poner coto a tales desmanes, piensen para qué coño (con perdón) están Uds. donde están y “disuélvanse” (como nos decía aquella policía de la dictadura).
Gracia que espera merecer del recto proceder de quien(es) no suele(n) llamarse a engaño, a quien(es) Dios guarde muchos años. AMÉN.
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4 comentarios:
Sentir, pensar, escribir y el gran Serrat... ¡Buena combinación para la denuncia social desde la prosa!
Estupendas fotos las de estas cartas veraniegas.
Enhorabuena por todo, Ángel.
Lo has bordado Ángel, my bueno.
Rosa, recordé aquel texto/canción de Serrat como punto de partida para reflexionar sobre el presente de algo unido a este pueblo desde tiempos inmemoriales, su Feria. Espero haberlo hecho bien.Gracias, amiga.
Domingo, la escritura es siempre un encuentro con la emoción y el pensamiento, y a eso me dedidco de vez en cuando. Lo importante es que haya sido capaz de establecer las ideas que pretendían. Gracias.
estimado Angel,fantástico manifiesto todo el. especialmente respecto a la decadencia de las fiestas populares. En mi pueblo GINES (SEVILLA)ha sido asi y ahora la han reemplazado por algo que se llama(La Pará)que se celebra a 1º de Octubre y tengo que reconocer que está bastante bien.Esuna feria ganadera y vienen gentes de toda España. ¿se anima a venir?
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