jueves, 9 de enero de 2014

LA ESPERANZA

"Probablemente de todos nuestros sentimientos el único que no es verdaderamente nuestro es la esperanza. La esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose"

Esta frase de JULIO CORTAZAR, de su libro Historias de cronópios y famas (1962), me viene al pelo para lo que pretendo decir en esta entrada. Además de que este 2014 es el Centenario de este grandioso escritor argentino. Porque, aunque en ocasiones uno quisiera borrarse de este lugar y de este tiempo que nos ha tocado vivir, tan gris y lleno de intolerancia, irracionalidad y corrupción, siempre hay un mecanismo de defensa que lucha desde la propia vida, que sale y entra en nosotros y trata de ofrecer el lado bueno de las cosas, el positivo, o sea, la esperanza.

Muchos son los casos que pasan por delante de nuestra ventana para no sentirse asqueado de este tiempo, y no hablo de cuando uno ve que en ciertos lugares del mundo se usan a niños de 10 años para provocar actos de terror, llenándolos de dinamita para hacerlos explotar en un mercado o autobús, desde una posición ideológica ¡religiosa! ...¡Qué barbaridad!; sino algo más cercano como cuando habiendo provocado la mayor crisis mundial conocida, no hay ni dos banqueros pagando sus responsabilidades con sus huesos en la cárcel; o cuando se hace pagar a los menos pudientes, los ancianos y los enfermos, un copago por sus medicamentos mientras las empresas farmacéuticas se forran de beneficios año tras año o pagamos las multas de nuestros diputados; o cuando se suprime un derecho de la Mujer, come es decidir sobre su embarazo, alegando no sé que barbaridades sobre si lo que habita en el útero de la mujer en las primeras semanas de vida es "una persona" y además, los que quitan ese derecho (qué casualidad), son Hombres y pudientes (ellos no les dolerán prendas para hacer que, llegado el caso,sus hijas o esposas aborten en el extranjero); o cuando se destroza la Democracia al confundir cosas tan diferentes como el voto con un cheque en blanco, la mayoría absoluta con la intransigencia, o la libertad de voto con el voto secreto; o cuando se estafan a unos ahorradores de toda la vida vendiéndoles unas Preferentes como si fuesen plazos fijos y aquí no pasa nada; o cuando se manifiestan mensajes de que hay que cobrar menos y quién los dicen son siempre personas que ganan lo que muchos de nosotros no ganaríamos ni en dos vidas de trabajo... Y estos son sólo unos pocos ejemplos de lo que nos toca leer, ver y oír.

Pero la Esperanza, ese sentimiento que en otro tiempo formó parte de la Utopía, viene desde la vida y entra a los corazones de las personas retomando la lucha contra lo negativo, abriendo espacios para la queja en unos casos o para la lucha en otros. En definitiva, para hacernos saber que somos lo que luchamos, y que porque estamos vivos, NO NOS RENDIMOS.