sábado, 3 de agosto de 2013

CARTA A MANOLO DATO


Querido Manolo,

Por tu culpa no puedo cumplir hoy mi palabra con los potenciales lectores de este blog ya que les prometí hablarles en mi anterior carta de las lecturas que llevo en este verano (ya ves, cosa de pasiones literarias como la tuya), llegas tú y se te ocurre irte, hace ahora una semana, al Cielo de los Poetas y me has dejado con cosas que decirte. Por eso esta carta urgente, para tí…Por cierto, antes de que se me olvide, si ves por allí a nuestro amigo Aurelio, dale recuerdos y dile que le seguimos echando de menos.

Manolo, lo primero es que uno no se va sin despedirse, que eso está mal y tú lo sabes, y ¡que no te lo perdono! (al menos aún). Está bien que tú tampoco querías irte tan deprisa, vale; y que nos habías avisado de que podría ser así, que también, pero una cosa es decirlo y otra muy distinta hacerlo. Pero bueno, ya está hecho y no hay vuelta atrás. Aquí nos hemos quedado bastantes jodidos con tu partida, ¿sabes?, y ya no hablo de tu familia, que como comprenderás están hechos polvo, sino de tu querida Sierpe, que sigue sin levantar cabeza desde que te fuiste. Saldremos adelante aunque nos cueste, no temas, pero el hueco que has dejado en tu grupo literario es y será insustituible, bien lo sabes. Estos últimos días hemos recordado juntos miles de hechos contigo, y siempre nos han salido los aspectos más positivos, alegres y entrañables de tu compañía; y es que tú has sido siempre un hombre de unión y de amistad. Por eso, sabemos que tu partida será dura, muy dura para los que nos hemos quedado aquí.

Tú sabes muy bien qué es La Sierpe y sobre todo, qué no debe ser. Has sido siempre un guardián celoso a la hora de admitir nuevos miembros porque no deseabas que esta magia (porque no sé qué otra palabra emplear para explicar que un grupo literario como este dure ya más de treinta años), se desvanezca. Bien comprendiste al poco de entrar tú que la amistad y la literatura son los componentes base de la Sierpe, y que el respeto, la humildad y la buena fe son imprescindibles para llevar adelante nuestra tarea cultural. También supiste en uno de sus peores momentos (duro como este) que la partida de Aurelio Guirao fue un gran varapalo para el devenir del grupo y tú, en primera fila, hiciste una importante contribución con aquel “Auero” y con la idea de homenajear al compañero con un nuevo número de nuestra revista literaria dedicado a él. Y es que la verdad, tú has estado siempre en esa primera fila pero dejándote ver poco, como a ti te gustaba, sin grandes protagonismos, sin mucho ruido, pero alentando a tomar caminos a esta Sierpe que tú has querido siempre como nadie.

Bueno Manolo, que me has dejado con la cerveza y ese platico de olivas y tallos preparada, para tomártela conmigo y con Ana, a medio día, como muchas veces has hecho, en el campo. Que quería comentarte algunas cosas del próximo número de Acanto, y que quería saber tu opinión sobre algunas ideas que tenía para esa posible publicación de un nuevo poemario tuyo que nos dijiste que querías publicar. Que quería comentarte el libro de Pablo Salinas que acabo de releer, y que me contaras tus lecturas recientes. Que… 

Manolo, no sé si sabré poner bien la dirección del Cielo de los Poetas, pero por si acaso, échale un vistazo a este Blog por si no te llegara la carta y la lees aquí. Que te quiero un montón, y que te echaré de menos mucho amigo, mucho, pero que tendré que acostumbrarme a esto. Te prometo que yo, junto con tu grupo literario, sabré humildemente reivindicar tu memoria y tu obra poética, sin duda una poesía que muchos deben conocer y disfrutar.

¡Ah!, oye que tengo en mi poder dos discos con la música que nos grabaste para el recital de Villamanrique que se me olvidó darte hace dos semanas, cuando todos los de La Sierpe y el Laúd estuvimos juntos en esa cena veraniega que todos los años organizamos y que, como siempre, puntualmente viniste a celebrar con tus amigos. Seguro que nos servirán para otros eventos literarios…Pero ¡Joer Manolo!, ¿qué haremos ahora si tú no estás para elegir y grabar la música de nuestros recitales?. 

Besos.

ANGEL ALMELA