martes, 14 de mayo de 2013

ANIVERSARIO DEL 15M: MIEDO A LA GENTE


La clase política tienen miedo de la gente. 

Esta frase, cuando se cumplen dos años del nacimiento del 15M (movimiento de indignados), no sólo es una afirmación que entristece y dice bien poco de la misma Política, como ejercicio del poder, sino que es una verdad que nos envilece, nos cabrea y para nada hueca. Si los ciudadanos hartos y asqueados de lo que ven y sufren salen a la calle para expresar su desacuerdo (hacía tiempo que no salíamos tanto a la calle), y entonces los políticos desde sus poltronas les intimidan, les acosan y tratan de desprestigiarlos con frases que desafían la inteligencia, esta clase política no hace otra cosa que ofrecer su cara del Miedo; miedo a los clamores de la gente, a sus rabias, a su indignación. Miedo del pueblo, al que dicen servir. 

Hace ya dos años del 15M y el pensamiento que abandera este movimiento social que hoy se manifiesta en plataformas como Stop Desahucios, Democracia Real Ya, Afectados por las Preferentes, Mareas Verde y Blanca, etc., sigue tan vivo como cuando nació en Mayo del 2011, con el gobierno del PSOE. Ni aquel gobierno ni este del PP han demostrado capacidad para resolver los problemas de los ciudadanos. Y añadido a esto, el desprestigio de la propia Jefatura del Estado, que ha dado un lamentable espectáculo y ya no nos vale eso de “lo siento”… ¡Suspensos y a la calle! 

El gobierno, nuestro Gobierno, es un gobierno Autista. No nos mira a la cara, no nos escucha, no quiere saber nada de nosotros. Dice verdaderas “chorradas” que parece que no vivieran entre nosotros y que además insultan nuestra inteligencia… y nos mienten. 

El único “Puto Amo” de la situación es ese tal Bárcenas, amo de los dineros del PP durante veinte años, con sus “bombas de relojería” dirigidas contra el partido del gobierno, y que en cualquier momento pueden hacer estallar esta democracia imperfecta y herida que, como bien proclama el 15M, necesita reiniciarse. 

Yo, un ciudadano cabreado y harto de tanta desfachatez, expresé hace dos años desde este Blog mi derecho a la indignación usando el verso de Blas de Otero, Pido la palabra…. Y si el año pasado volví a usarlo como símbolo de una situación que no cambia sino que empeora, pasado otro año, vuelvo a hacerlo y pido la palabra, para manifestar mi queja al poder, poder que tiene miedo del pueblo del que dice servir. 

Escribo
en defensa del reino
del hombre y su justicia.
Pido la paz
y la palabra.

Digo
«del hombre y su justicia»,
«océano pacífico»,
lo que me dejan.
Pido la palabra.