martes, 15 de mayo de 2012

15M PRIMER ANIVERSARIO


Hace un año que el movimiento 15M (también llamado “de los Indignados”) tomó no sólo las calles para hacernos pensar, sobre todo, sino también y a la vez, para reivindicar algunas verdades del barquero que por serlas y no haberlas recordado durante tanto tiempo, no nos las cuestionábamos, y por eso –y por muchas cosas más, como decía Serrat- tenemos que agradecerles que salieran a las calles y las plazas públicas, porque todo este movimiento social nos hizo ver que esta Democracia era y es, no sólo imperfecta, sino que necesita otras formas y otras prácticas.
Yo lo expresé hace un año desde este Blog usando el verso de Blas de Otero, Pido la palabra…. Pero pasado un año, vuelvo a pedir la palabra para manifestar mi “indignación”. 
Y lo hago porque volvemos a ver cómo nuestros políticos se dejan manosear por el poder financiero que NO es democrático, cómo siguen sin reconocer que cuando se les vota, no se les da un cheque en blanco (de ahí el grito del 15M: ¡’No nos representan!); ellos creen que sí, y sin rubor alguno, hacen lo contrario que dijeron cuando pedían el voto.
¿Y la dignidad democrática, dónde la dejan?.... La democracia es –debe ser- otra cosa, por favor.

Desde que los políticos deciden explicar con pedagogía los porqués de sus duras decisiones, los entendemos muchos mejor (como escribe Juan José Millás). Así, dicen por ejemplo que se pone precio a la sanidad para que continúe siendo gratuita y se expulsa de ella a determinados colectivos para que siga siendo universal.
Se liquidan las leyes laborales para salvaguardar los derechos de los trabajadores y se penaliza al jubilado y al enfermo para proteger a los colectivos más vulnerables.
Ponen las tasas universitarias por las nubes para defender la igualdad de oportunidades y estimulamos su privatización para que continúe siendo pública.
Y no contentos con todo eso, al objeto de mantener el orden público amnistiamos a los delincuentes grandes, ofrecemos salidas fiscales a los defraudadores ambiciosos y metemos cuatro años en la cárcel al que rompa una farola.
Por lo que nos tememos, como dice Millás, que a nadie extrañe que para garantizar la libertad, tengamos que suprimir las libertades.

¿Sigue vivo el espíritu del 15M?...., desgraciadamente sigue de radiante actualidad. ¿Cuándo aprenderán nuestros Políticos?... o recordando Dylan ¿Cuántos recortes hacen falta más para que se den cuenta de que los ciudadanos están por encima de los poderes financieros?

15M, un aniversario de pleno vigor.