martes, 26 de enero de 2010

30 AÑOS CON LA SIERPE Y EL LAÚD

En este año 2010, la Asociación Cultural a la que pertenezco, Grupo de Literatura LA SIERPE Y EL LAÚD cumple de vida la nada despreciable cifra de 30 AÑOS, y a pesar de ello parece que no fue hace mucho cuando un grupo de personas, jóvenes entonces, emprendimos la andadura cultural y sobre todo literaria que ha dado lugar a tantas aventuras y a sus más de 30 publicaciones.
A pesar de las crisis (ésta y otras anteriores), de los traqueteos que la vida ha ido dando al grupo (cambios de personas, muerte de Aurelio Guirao y Mª Pilar López), y de las vicisitudes propias de la existencia misma en este espacio hostil que es la Literatura, este colectivo humano ha sido capaz de estar presente en el mundo literario y cultural de nuestra Región durante las últimas tres décadas. Sus hechos y su historia forman parte por lo tanto de la Historia Cultural de Murcia y de Cieza más concretamente y por eso, este año, queremos celebrarlo relatando nuestro Blog (http://lasierpe.blogspot.com/) y en otros medios de comunicación algunos de los hechos de la vida de LA SIERPE Y EL LAÚD, y todo como un elemento más de conocimiento cabal de lo que es y fue este colectivo cultural, y por ende, de la cultura literaria de aquí.
Para mí es un orgullo formar parte de esta asociación y de ser su Coordinador.

¡Larga vida para La Sierpe y el Laúd!

miércoles, 20 de enero de 2010

DONATIVOS A HAITÍ Y LOS BANCOS

Aunque parezca mentira, estamos haciendo más ricos a muchos de los impresentables que han provocado la actual crisis, a los banqueros. Sí a esos que un sondeo del instituto IFOP para el diario "Le Monde", realizado en Francia y en el Reino Unido hace pocos días revela, según los ciudadanos -es decir, el resto de los mortales-, que son los responsables de la crisis financiera, y a los que no les han visto hacer autocrítica ni modificar sus conductas. Además, el sondeo dice que no nos fiamos de las cuentas que hacen públicas y que por ello, creemos que es probable que haya otra situación de crisis.

Con esa avaricia que parece que no tiene límites, con ese descaro en aparecer ante los ciudadanos como que si no hubieran roto un plato, con la frescura de quienes han estado hasta hace poco dando dinero sin complejos y especulando a sus anchas, ahora van y NOS COBRAN COMISIONES POR LOS DONATIVOS QUE SOLIDARIAMENTE DAMOS PARA EL DESASTRE DE HAITÍ.
Estas comisiones suponen un cobro de entre el 11 y el 25% de la cantidad cedida, lo que significa que, como mínimo, cobran entre 2,25 y 5 euros por cada transferencia, según un análisis realizado por la Facua….Y ellos, tan majos dicen que no saben o no contestan….Ellos a lo suyo….¡a ganar!. Y me pregunto ¿es que no hay legislado nada para esto?..., y parece ser que no, que no lo hay…¡pero si tenemos legislado de una u otra manera hasta para mear en la calle, o si vamos en bicicleta por las aceras o si escupimos, o….!

Alguien no está haciendo bien los deberes, y no me refiero al gobierno de turno, en todo caso a todos, los anteriores y a éste. Mientras tanto… ellos a lo suyo, a ganar y ganar, y si sólo ganan un 15% más que el año anterior…¡Uf, que mal!, y …¡a por más!. Y es que todos hemos tenido que entender sus problemas pero a ellos ni se les ha visto ni se les ve, ni se les ha oído ni se les oye expresión alguna de sensibilidad para con los damnificados de la crisis, es decir, el resto de los mortales, entre los que están quienes han ido a donar 10 € para los desgraciados de Haití, les dicen en el Banco o Caja que 7 son para ellos, y los 3 restantes ya llegarán…

viernes, 8 de enero de 2010

PARA ESTE AÑO....


Cuando entramos en la segunda década del siglo, uno no quiere exigirse poco, porque cree en el valor de la vida y de la palabra, y porque sabe que la magia está al otro lado, en el tono íntimo de lo que sólo existe en su mente creativa.

Para este año…..

No quiero preguntas
ni rosas dibujadas
en el gran azulejo azul,
porque algo de mí anhela salir
y fundirse con el viento,
y porque no sé
si el clamor de las preguntas está en mis versos
o en la realidad de algunas palabras que me persiguen
como poros por los sentidos.

(Manos, de Ana Almela)