domingo, 28 de abril de 2013

PLASMA, POLÍTICOS Y PERSONAS



PLASMA
Muchos nos preguntamos por qué los periodistas siguen acudiendo a las ruedas de prensa virtuales de Rajoy cuando podrían cubrirlas perfectamente desde casa e incluso podrían esperar a que se editaran el DVD de regalo con alguna revista o periódico. Para lo que dice el Presidente, la cosa no cambia mucho pues lleva soltando las mismas prosopopeyas, mentirijillas y obviedades desde que se dejó la barba. Es como Gila pero sin puñetera gracia. Y es que Rajoy prometió que cuando fuese presidente, él daría la cara, pero no especificó ni a quién, ni cómo, ni a dónde. Habla desde “el Plasma”, tan lejos que nadie podría jurar que no lleve puesta una careta.

POLÍTICOS

Los “políticos”, esa extraña raza de seres humanos que gozan del poder, del bienestar, de buenos sueldos y mejores condiciones laborales, esos, sí, esos que no se ruborizan cuando dicen tonterías sin sentido o se contradicen si más, esos se están convirtiendo en el problema cuando deberían ser la solución. ¿Para qué sirven 390 senadores ? ¿Para qué sirven 350 diputados y 54 eurodiputados? ¿Nos apañaríamos peor de lo que estamos con la mitad? ¿Para qué sirven 1.206 parlamentarios autonómicos y 1.031  diputados provinciales?¿y 17 parlamentos, 17 defensores del pueblo, embajadas propias, Miles de Asesores,….? ¡Si no nos saben qué hacer para sacarnos de este agujero en el que se hunde cada vez más este bendito País!

PERSONAS
Las personas, esa gente que cada mañana –el que puede-, se levanta para ir al trabajo con una incertidumbre que cubre sus pensamientos porque no sabe si hay noticias para el  optimismo. Esas que nos cruzamos cada día en la calle, en la carretera, en el supermercado,… y que cabizbajos, maldicen la situación y se sienten preocupados por ellos y los suyos, y algunos, por su País. Esas personas que tragan, día sí y día también, con recortes y bajada de derechos; que no votaron al gobierno para eso, que no entienden muchas cosas y que, están poco a poco llegando al límite. A esas personas, a todos las víctimas de esta crisis de la que no son culpables pero que la sufren más que nadie, estos versos que publiqué en “En el tono de las cosas que importan”: 

Imagina que dejamos la vanidad colgada de una percha,
que no necesitamos piel porque somos carne viva,
que el descanso es una pistola humeante de trapo
y que oímos romper violines contra la multitud.
Imagina también que necesitamos escribir un final al relato
como enlace armonioso con nuestro mundo,
que del mágico centro de la vida brotan paisajes amarillos,
que la soledad es sólo un cuadro imposible
y que llevamos los sueños acabados entre las manos.

Y porque es este tiempo, imagina además,
que te llaman los hombres
y que te sientes lejos por mucho que te acerques,
¿quién mide las distancias?.
Que no es verdad que sólo la línea es un impacto en la retina,
ni que la esperanza anda en cuestas
entre pedazos de astillas cortantes.
Que nuestros sueños crepitan todos
al calor de las gargantas rotas por un deseo azul.
E imagínate, a ti mismo, en algún peldaño del alba
andando descalzo sobre los vientos.

No temas…
Todo es una ilusión extendida,
un tapiz transparente dentro de un objeto que nos mira
y que nos recuerda de quién es:
nuestro espejo