miércoles, 18 de agosto de 2010

LAGO KÖNIGSEE

El Lago Königsee, en los Alpes Bávaros de Alemania, cerca de la frontera austriaca, más próximo de la ciudad de Salzburgo que de Munich, es un lugar donde la vista se agranda y el sentimiento se recoge de puro asombro.

Tras navegar hace unos días por sus aguas y andar por alguno de sus senderos, mi verso abierto…

El agua profunda y verde,
callada en su interior,
me cuenta su verdad
más alta que las cumbres que la rodean.
Y esa verdad
avanza con la energía áspera
de las altas montañas
que sostienen el peso del cielo
más allá del agua que encajan.


Aquí,
la vida y la muerte son
un lento trámite,
el discurso bello de la luz,
algo que se toma casi en silencio
con una trucha
y una jarra de cerveza.

3 comentarios:

François de Fronsac dijo...

Besondere, o extraordinario

Perlita dijo...

¡Qué suerte! Espero algún día ir pero este verano (Anno horribilis) casi no lo cuento así que espero ir por allá.

Rosa Campos Gómez dijo...

Los versos y la foto nos explican lo bueno que ha debido ser el viaje a Alemania. Todo un lujo que seguro ha renovado los ánimos.