sábado, 26 de abril de 2008

Con los pies fríos no se piensa bien...



Como dice la canción de Pereza, la frialdad en los pies es una mala compañía para pensar. Por eso, ahora que ya el frío ha dejado nuestro paisaje cotidiano, debería ser un buen momento para pensar. Pensar por ejemplo en la cotidianidad de las emociones, o en cómo mejorar nuestro bienestar personal bajo el manto cálido de una lectura.


Con los pies fríos se piensa mal, es verdad. Acaso uno siempre tiene la salvedad de lo místico en cada tiempo nuevo, o tal vez sólo es una utopía, pero a veces sentimos la necesidad de reecontrarnos con esa especie de halo mágico que tras una buena lectura o la creación de un poema, existe. Y yo, amigo lector, lo sé porque lo he vivido.


Ne costaría explicarlo ahora, pero si alguna vez lo has sentido, sabrás de lo que estoy hablando.


Pues eso, que con los pies fríos no se piensa bien, y con el sosiego que da la lectura o el que ofrece todo acto creativo, sí. Y de eso se trata, sólo de eso...

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