miércoles, 22 de diciembre de 2010

NOCHEBUENA, EN EL RECUERDO

En el recuerdo de aquellas Nochebuenas de mi infancia y con el sentimiento de quien sabe que lo verdadero es siempre la esencia de lo que a uno le emociona, os Felicito estas Navidades con lo mejor de ese recuerdo.

En los huecos de piel de corcho
del belén de mi infancia;
en el calor casi uterino
de las castañas recién asadas;
en el latido rítmico de aquella casa
donde mi madre adornaba
con mimo un centro de mesa,
con su bola, su vela y su piña…


…Noche de paz, noche de amor…..


En el sonido metálico
de un almirez dorado que alegraban los silencios;
en aquellos extraños segundos
que difuminaban a un Dios fanático;
en el beso rasposo sobre mi cara
de un padre al que amaba
con un cariño lleno de ejemplos…


…Noche de paz, noche de amor…..


Enredado hoy en estos recuerdos
y con la boca llena de niebla,
deseo esculpir en el aire de este tiempo
un verso con la resonancia heroica de mi historia,
que no es la misma historia de todos los días.
...Noche de paz, noche de amor…..

4 comentarios:

Perlita dijo...

Angel, tu preciosa historia retratada en ese poema, es también la mía...Era una navidad distinta y entrañable. Te ha faltado poner que junto con el tañido chillón del almirez, se unía a dúo el rasgueo de un tenedor sobre una botella vacía de anís...¿no? El desentono de uno de mis hermanos tratando de que su voz sobresaliera entre las de los demás y la parafernalia solemne de partir el turrón sobre una madera rústica de creación propia por parte de mi padre, era algo grande...
La última navidad, en el año 52, todos aún pequeños fue bien triste pero la estampa buena perdura y además tu te has encargado que renaciera otra vez aquellas escenas entrañables. Me ha encantado.

Anónimo dijo...

Sencillos, y hermosos, versos en los que caben todas las navidades del mundo.

angel almela dijo...

Claro que recuerdo el rasgueo del cuchillo sobre la vieja botella de Anis del Mono...y muchas otras cosas, Carmen.
Sólo he querido trascender en forma poética alguno, pocos, de aquellos sentimientos de mi infancia. No sé a ti, pero hay momentos en los que uno es como llamado por una fuerza interior hacia el recuerdo, y se entrega facilmente a rememorar esas emociones con "la boca llena de niebla".
Y sí, en estos versos cabe todas la Navidades, quizás porque forman parte de la condición humana.

Conrado Navalón dijo...

¡Hermosos y entrañables versos!... Que la luz de tus versos y de este blog sigan iluminando el camino. ¡¡Feliz 2011 Ángel!!