miércoles, 23 de septiembre de 2009

EL BURKA, ALGO MÁS QUE UNA PRENDA

"Una testigo se niega a levantarse el burka para declarar ante la Audiencia Nacional”, con este titular un periódico nacional comenta la noticia referida a que una mujer, testigo en un caso de islamistas que parece ser que enviaban muyahidines a Irak, no pudo declarar al negarse ésta a hacerlo sin el burka tal y como le pidió el Juez.
Bueno, volvemos otra vez a tener un caso de velo-pañuelo-burka-hiyad-… islamista en nuestra sociedad, vuelve el caso de la Ideología del Velo y me pregunto ¿debemos mantener nuestras convicciones frente a estos símbolos religiosos o por el contrario debemos tolerar que estas prendas traspasen los ámbitos particulares o privados para estar presente en actos sociales de carácter civil? La respuesta es compleja pero deberíamos hacer un ejercicio de clarificación y “mojarnos”, porque navegar en dos aguas como hacen muchos no hace más que retrasar el debate. Creo que el debate se puede hacer mejor si cada uno define su actitud al respecto, y a partir de ahí, se plantean los diferentes ámbitos de actuación y se clarifica el estado de la cuestión.
Mi reflexión me lleva a manifestar es que mientras esas prendas sigan siendo una coartada para denigrar, abstraer o discriminar a la Mujer, no debe ser usado en los espacios de actuación civil. Es decir, en la Escuela, en los Juzgados, en el Parlamento, no deberían usar las mujeres esas prendas mientras esos símbolos representen exactamente lo que representen.
La Declaración de Derechos Humanos, de carácter universal y por lo tanto para TODOS, sean del lugar que sean, raza, religión o credo, son un avance significativo para la Humanidad que no debe dar un paso atrás. Su conquista ha costado demasiadas vidas como para ahora replantearse si la mujer debe o no ocupar un lugar de igualdad en las sociedades humanas. Dice Soledad Gallego que a la mujer que lleva burka se le niega su condición de persona, se convierte en una abstracción, y estoy de acuerdo. He oído a algunas mujeres árabes decir que llevar el velo es un orgullo para un musulmán, y creo que lo dicen sinceramente, sintiéndolo así, pero claramente educadas o mejor manipuladas en sus conciencias, porque no me cabe duda de que cuanto más leo sobre el tema o reflexiono al hilo de lo que oigo o leo, más estoy convencido de que se trata de una señal claramente de sometimiento, de discriminación, de yugo, relacionado con las mujeres.
Este tema es complejo, aunque estoy igualmente convencido de que en el ámbito particular o privado, quien quiera ir como quiera que lo haga, pero si consentimos como demócratas y como herederos y defensores de los Derechos Humanos, que una mujer acuda al Juzgado con burka, o a la Escuela con esos velos que sólo dejan ver a malas penas los ojos como se ven en los centros educativos de Irán por ejemplo, estaremos haciendo dejación de nuestros derechos, derechos que han sido conquistados con luchas, esfuerzo, sangre y lágrimas, muchas lágrimas.

2 comentarios:

Perlita dijo...

El burka es denigrante. He vivido en el mundo musulman durante nueve años y sé de buena tinta que a las mujeres no les gusta esa prenda, pero deben mostrarse sumisas "por si llega a oídos de..."
Impensable llevar nosotros una cruz colgada al cuello en sus territorios porque si tienen confianza, te lo critican y solo los más cultos se hacen cargo de sus exageraciones fanáticas y ni en sueños pensar en construir un oratorio en su suelo, sin embargo,ellos exigen mezquitas y que sean hermosas...
Me parece bien que se les exija, por tanto, cumplir aquello que es de justicia que cumplan y se adapten al pais que les acoge.

Rosa Cáceres dijo...

Es como si uno quisiera declarar en un juicio con pasamontañas.