(Catedral de Friburgo)
Estoy enredado en un libro de poemas que trata de evocar, con la palabra como herramienta y la emoción y el recuerdo como esencia de las palabras, ciudades, edificios, lugares,...visitados por mí.
Algún poema he rescatado ya del poemario porque me servía para otro espacio creativo, como lo fue el poema que sobre Ifrane publiqué en mi últimio libro "Al otro lado, Tú".
Este que pongo aquí es uno del poemario, que evoca un concierto de órgano en la Catedral de Friburgo, Alemania.
que la realidad convierte en una niebla vaga.
Porque los altos muros doblan su espalda a la armonía
creando un ámbito tibio donde ahora pasa tranquila la vida.
Porque las vidrieras abrazan hacia adentro
su historia sonámbula y mi voluntad rendida.
Porque lo más probable es que nos equivoquemos
pero huelo un alma fuera de las fotografías.
Porque llega el olor pero apenas el humo
y me había olvidado de que te prometí que no moriría.
Porque ahora, tocan los órganos en la Catedral.
4 comentarios:
Muy bueno, hermanico.
Como siempre, un placer leerte.
Muy hermoso, Ángel y...¡qué suerte conocer esos sitios tan divinos que te inspiran...!
Saludos, Carmen.
Os agradezco vuestras palabras, porque uno escribe siempre con la incertidumbre de la comunicación, con la incertidumbre de la transmisión de la emoción con las palabras justas, que a veces, como sabéis no siempre es posible, pero ahí radica, creo , lo hermoso de la tarea creadora.
Carmen, porque he tenido (y espero seguir teniendo) esa suerte, el libro en el que trabajo y de los que son estos versos, está dedicado a todos esos sitios tan bellos, a lo que me han evocado.
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