Con esto de celebrar 30 años de La Sierpe y el Laúd, hemos empezado una serie de actividades “internas” que quieren entre otras cosas darnos un baño de autoestima que creemos que nos merecemos por lo tanto vivido y hecho en estas tres décadas de Literatura y Amistad, que es sobre todo La Sierpe y el Laúd. Y una de ellas, ha sido una visita al Museo y Teatro Romano de Cartagena, con miembros y algún amigo de nuestro Grupo.
Debo confesar que salí muy gratamente sorprendido de este encuentro con aquellos monumentos del pasado más remoto yde la arquitectura de hoy, en forma de Museo y Teatro Romano. Pascual Martínez Ortiz nos hizo de cicerone, y de forma magistral (todo hay que decirlo), nos introdujo en las intimidades de estos dos monumentos. Pascual, como representante de CAJAMURCIA estuvo desde el inicio de los trabajos de recuperación del teatro, y pasó muchas horas al lado de uno de los “padres” de la criatura, el arquitecto Rafael Moneo. Y me parece que el trabajo hecho por este profesional ha sido excelente. La integración de arquitectura y arqueología es un elemento básico y fundamental de esta realidad hoy, que es un orgullo cultural y que, como en muchas otras ocasiones, pudo estar perdido para siempre si no hubiera sido fruto de la casualidad el hallazgo de este monumental Teatro de la Cartagena del Siglo I.
Uno, al observar estos restos del pasado, se pregunta si el progreso humano no es más que la reproducción cíclica de hechos ya pasados, eso sí, tamizados por la época y el aprovechamiento social del conocimiento, que es como García Marquez denomina a la Cultura.
Debo confesar que salí muy gratamente sorprendido de este encuentro con aquellos monumentos del pasado más remoto yde la arquitectura de hoy, en forma de Museo y Teatro Romano. Pascual Martínez Ortiz nos hizo de cicerone, y de forma magistral (todo hay que decirlo), nos introdujo en las intimidades de estos dos monumentos. Pascual, como representante de CAJAMURCIA estuvo desde el inicio de los trabajos de recuperación del teatro, y pasó muchas horas al lado de uno de los “padres” de la criatura, el arquitecto Rafael Moneo. Y me parece que el trabajo hecho por este profesional ha sido excelente. La integración de arquitectura y arqueología es un elemento básico y fundamental de esta realidad hoy, que es un orgullo cultural y que, como en muchas otras ocasiones, pudo estar perdido para siempre si no hubiera sido fruto de la casualidad el hallazgo de este monumental Teatro de la Cartagena del Siglo I.
Uno, al observar estos restos del pasado, se pregunta si el progreso humano no es más que la reproducción cíclica de hechos ya pasados, eso sí, tamizados por la época y el aprovechamiento social del conocimiento, que es como García Marquez denomina a la Cultura.
Animo a quienes no habéis visitado estas dos maravillas a que lo hagáis, y os aseguro que disfrutaréis y os hará pensar sobre el sentido de la sensibilidad del Hombre y sobre el propio ser humano como instrumento de cultura (en Roma, cultivo de la especie humana) y de civilización (lo opuesto a la barbarie).
4 comentarios:
Más de mil de años de historia os contemplan
Y de dos mil, Francisco, que el teatro romano de Cartagena se construyó en los primeros años del s. I. por Octavio Augusto. Saludos para ti y para los treintañeros de La Sierpe. Feliz cumpleaños otra vez.
Felicidades por esos treinta años y mucho animo para seguir trabajando a favor del arte y la cultura, dos cosas que parecen no tener cabida entre la juventud pero que algunos amamos con mucha fuerza.
Un abrazo desde los sueños.
Dn.
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