Hace un tiempo sentí la urgencia de escribir sobre eso que está al otro lado de nuetra presencia porque se encuentra en ese territorio de lo perdido, lo olvidado, lo ya no recordado. El poema ha sido publicado en el nº 71/72 de la Revista de Creación Literaria BARCAROLA, forma parte de un libro que he concluido y dice así:
“Lo olvidado”
“Y ahora quién podría
descifrar este signo”
José Angel Valente
Se regresa siempre al mismo jardín,
a las petunias que plantamos
y al fuego que revienta nuestro corazón
cuando olvida.
Se regresa siempre al mismo cielo,
a lo vivido, a lo que pudo ser dicho,
a lo llorado de otro modo.
A lo olvidado.
“Y ahora quién podría
descifrar este signo”
José Angel Valente
Se regresa siempre al mismo jardín,
a las petunias que plantamos
y al fuego que revienta nuestro corazón
cuando olvida.
Se regresa siempre al mismo cielo,
a lo vivido, a lo que pudo ser dicho,
a lo llorado de otro modo.
A lo olvidado.
4 comentarios:
Y sobre todo, amigo Ángel, se regresa cuando cumplimos cierta edad. Saludos desde La cólera de Nébulos
Paco, no cabe duda de que la edad es un factor de existencia que posibilita siempre el recuerdo y las preguntas sobre el tiempo pasado. A mí, me intersa el tiempo y el recuerdo para entender mejor el presente y la existencia.
En tu poema veo que se busca volver a nuestra esencia, a la niñez, porque según nos acercamos a la muerte no somos nosotros mismos, estamos como contaminados, ocupados en otras cosas. Perdemos sin querer esa fragancia de lo espontaneo, de la felicidad que todos decimos fue mayor en la infancia.
Bonito poema con cierto aire nostálgico y bonito cuadro.
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