Durante 17 años he participado orgulloso en una actividad a la que he ayudado a hacerse mayor y a tener un lugar claro en esta Semana Santa ya de Interés Turístico Nacional, toda una larga segunda parte en mi relación con esta fiesta ciezana tras aquella de mis tiempos de Bachiller, cuando sacábamos los tronos de la Cofradía del Cristo de la Agonía por las calles ciezanas....., gracias por permitírmelo....Y todo tiene un final.
"¡Oíd, oíd todos! ¡Escuchad! ¡Escuchad!"
Sobre la memoria de la plaza
alzaré mi voz una vez más
con palabras que traspasen el espejo
que la luna extienda entre los silencios,
pero esta vez,
mi voz y mis palabras
apagarán una hoguera de muchos años,
y me iré sin molestar
como un árbol engullido por el paisaje.
Esa noche de martes,
con la luz suspendida del ocaso
la plaza volverá a ser testigo
de frases y gestos que se incrustarán
en el tiempo, en las conciencias y en las imágenes,
pero esta vez,
mi voz y mis palabras
se convertirán después en frágiles plumas
y me iré flotando, sin molestar,
como el breve rastro de una huella.