Cuesta dedir Adios a un actor que nos acompañó tantas tardes y noches en esos momentos de luces y oscuridades, de sueños y alegorías, ... de cine .
Cuesta decir Adios a quien supo ejercer de poseedor una de las miradas más limpias del pensamiento hollywooliense, mientras a su alrededor la mayoría sucumbía a los pensamientos únicos, a la teoría neoliberal y al machaque neoconservador.
Cuesta decir Adios a quien supo dibujar esa mueca en su rostro -que parecía que se reía de todos-, que nadie como él abría un amplio campo de susceptibilidades agradables.
Cuesta decir Adios a quien supo tener siempre un compromiso fiel y personal con los necesitados, con los niños enfermos, con los débiles,....incluso con su Joanne Woodward.
Bye, Bye, Nr. Newman, espero que ahora dediques esa sonrisa y esa mirada a quien te abra alguna puerta celestial, ...si es que hay alguien al otro lado.