(Mis compañeros del Prendimiento y yo mismo en 2006)El año pasado comenté mi participación (ya de 15 años) en este Acto tradicional de Cieza que ocurre todos los Martes Santos en la Plaza Vieja: EL PRENDIMIENTO.
Esta vez escribo un poema sobre este repetido momento, desde la soledad acompañada por mis compañeros de representación.
A Luis, Aurora, Antonio y Rafael
En una noche oscura
donde las voces rompen su letargo
clausuradas bajo la bóveda de un año
y la luna crece entre la hierba del cielo,
repito palabras ya dichas
que relatan una secuencia atemporal
tan intensa como heroica.
A mi lado,
en mitad de la nada,
tres voces, Luis, Aurora, Antonio,
repiten conmigo conjugando un tapiz
con el agrio contrafuerte del verbo
y la resonancia tensa de la tragedia.
Nuestras voces son como arena
que el viento esparce
en la plaza ennegrecida por la noche.
Una plaza que es ancha
como un día largo,
donde se agolpan entre el frío
miradas sin rostro,
junto con el pétreo espacio de las fachadas.
Gesticulamos, gritamos
y sentimos el acto injusto que leemos
reivindicando la libertad y la justicia,
mientras vemos pasar imágenes veneradas
y hombres cargados, con un peso,
que no olvida el encuentro con la luz
ni la voluntad nocturna del asombro.
Y así,
cuando van pasando los minutos
y la metáfora ya ha perdido su vergüenza,
me asomo al alféizar de una fe
que regresa tras el sonido de un tambor
encerrando su misterio en su corteza.
Luego,
tras un toque simple de corneta
se da paso a un ejército de almas, de ruidos, de murmullos,
¡y arde embriagada la noche!
…en la textura honda de la carne.
......¿A quién buscáis?...
