jueves, 29 de enero de 2009

¡CIUDADANÍA, de eso se trata!

(Nube creada por wordle.net)
Suscribo el texto que sigue, escrito por un ilustre periodista de nuestro país, palabra por palabra, y no como un mero ejercicio de afinidad ideológica (no sé cual es la suya), sino como un ejercicio de racionalidad y, sobre todo de sentido común:
"La asignatura "Educación para la Ciudadanía" no vulnera ningún derecho de los padres. Esa asignatura no lesiona la autoridad de los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que deseen. Lo ha dicho el Supremo. No cabe la objeción. La sentencia debería poner fin a la durísima disputa librada en nuestro país. Pero es probable que no. El Supremo resuelve en los cuatro casos recurridos. Pero queda la duda de si se extiende a cualesquiera otros o no. Además, España tiende a convertir en "casus belli" asuntos que nuestros vecinos europeos han resuelto con naturalidad. Sin ir más lejos, asignaturas como esta de "Ciudadanía" se imparten en toda Europa sin problema alguno. Y en esos países también hay padres, también reclaman el derecho a la educación de sus hijos, también hay obispos, y creen en la misma Iglesia y en los mismos dogmas. Pero no pasa nada. Es el relativismo moral geográfico. Los principios son universales, pero más en España que en Francia. O en Holanda. En fin. Sí estamos de acuerdo en que el adoctrinamiento es muy peligroso y debe evitarse. Pero ese peligro no reside en la asignatura sino en el profesor. Un fanático (religioso o civil, de derechas o de izquierdas) puede provocar enormes averías pedagógicas explicando geografía, historia, lengua, ciencias naturales o lo que sea. No necesita "ciudadanía" para hacerlo."
Iñaki Gabilondo.

Creo que el tema es complejo si lo miro desde el fanatismo o el derecho, pero simple si lo hago con los ojos del pensamiento y la tolerancia, de la libertad y el respeto democrático.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

El tema es complejo y muy discutible.


Juan.

angel almela dijo...

Juan, lo es sin duda, pero este País (que como dijo en su día Forges es "País S.A."), después de más de lo que ha tenido que soportar, con sus 40 años de Adoctrinamiento puro u duro, de intolerancia y censura, de catolicismo oficial y curriculum llenos de incongruencias científicas e históricas, no se merece que estemos a la gresca por algo que tiene que ver con tratar en las Escuelas la democracia y la libertad, la Constitución y los Derechos Universales, etc....como lo hacen el resto de países de nuestro entorno.
SOMOS EL TIEMPO

Anónimo dijo...

Eso es lo que ocurre en este país, que entre los grupos o bandos (o alas) no se contribuye y se pretende siempre pisar lo que haga el otro.
De todas maneras, llama la atención "después de más de lo que ha tenido que soportar, con sus 40 años de Adoctrinamiento puro u duro, de intolerancia y censura, de catolicismo oficial" se da a entender -he tenido la oportunidad de ver algún libro de "Ciudadanía"- que es una especie de "venganza" por la opresión sufrida en la dictadura -en varias ediciones se descalifica a la Iglesia claramente, cuando es una opción que se puede elegir o no-. Así es como no se ha de hacer, creo, si lo que se pretende es cubrir y satisfacer los derechos universales de todos y ahora, que es cuando hay democracia.

Hay un apartado -o lección, ya que es una asignatura- bastante curioso que pego al respecto de la definición de dedemagogia aparecida en un libro: "Es la estrategia política de ciertos líderes que, para satisfacer sus propios intereses, buscan atraerse a la opinión popular mediante halagos, falsedades y exaltando los ánimos, en lugar de usar argumentos racionales. La manipulación que pretende la demagogia será más difícil de lograr cuanto mayor sea la formación y cultura de los ciudadanos". (Ver, por ejemplo, el blog de Antonio F. Marin (capítulos 1 y 2), de su entrada "El tonto y el justiciero no descansa jamás". Quiero incluir, también, que el Ministerio de Cultura ha concedido recientemente un premio a un texto repleto de faltas de ortografía. No sé por qué. Aunque me hago una idea.

Otro apartado interesante que pego es: "La urbanidad es el conjunto de comportamientos respetuosos hacia los derechos de los demás ciudadanos y hacia su bienestar".
Evidentemente, la asignatura, que promete urbanidad, es la primera que se contradice.
Y así podría seguir, como en los análisis de lógica de 3º de BUP, negando una cosa tras otra hasta llegar a no se sabe qué fin.

No hay mayor libertad que dejar que cada cual haga lo que quiera y crea en lo que quiera, sin perjudicar a nadie y, si lo haces, lo de perjudicar a otro en cualquiera de las numerosísimas variantes, ser castigado según dicte la "Justicia".
Por tanto, los objetores están en el derecho de no cursar la asignatura si nos atenemos a los dogmas que pretende transmitir
-también inocular- la misma.

Juan.

angel almela dijo...

¡Juan, Juan,...no te líes!.
Mira: ni decir que este País ha sufrido intransigencia y dictadura durante 40 años significa que hay que hacer venganza (tiempo quizás lo hubo en la Transición y no se hizo)y menos con una asignatura (dulce venganza dirían los 130.000 muertos bajo la opresión franquista); ni que el MEC dé o no un premio a un texto con faltas de ortografía significa nada en contra de enseñar Democracia y Derechos Humanos en la Escuela a través de esta materia; ni creo que la Urbanidad sea TODO lo que pretende ser enseñando en Ciudadanía.
Sólo se trata de simplificar el tema para ver mejor la cuestión, y no mezclar todo en un revuelto indigerible, intelectualmente.
Como bien dices al final, se trata de eso,de enseñar a los futuros hombrecitos del mañana lo que dices:"No hay mayor libertad que dejar que cada cual haga lo que quiera y crea en lo que quiera, sin perjudicar a nadie y, si lo haces, lo de perjudicar a otro en cualquiera de las numerosísimas variantes, ser castigado según dicte la Justicia"...Es decir, los valores que emanan de nuestra Constitución, la Libetad, el Estado de Derecho, la Democracia.
¿o NO?

Anónimo dijo...

Pues claro, por eso tienen el derecho de no cursarla si no quieren.
Si es que lo pone en el libro!!!

Juan.

Joaquín Salmerón Juan dijo...

Yo también subscribo íntegro el texto. En este país se están sacando de madre continuamente todos los temas. Parece que palabras como Democracia, Libertad y Tolerancia tienen sentidos distintos según la posición política desde la que se pronuncian. Recomiendo a los que andan dudosos en la interpretación que se acerquen al diccionario. Es así de sencillo. Oir hablar a mucha gente adulta sobre lo que piensan sobre los de otro "color", país de origen, religión, opción política, ideológica o sexual, clase social, etc. da miedo por su intransigencia que se expresa con frecuencia en palabras de desprecio e insulto. Oir hablar de lo mismo a muchos jóvenes da pánico porque recuerda el nazismo o el estalinismo. Una asignatura de educación para la ciudadanía (con independencia de que su contenido esté orientado hacia modelos sociales más o menos de progreso ideológico) es imprescindible si no queremos que la escuela del comportamiento social sea los programas de tipo gran hermano o las pandas callejeras.

angel almela dijo...

Gracias Joaquín por tu comentario, del que estoy totalmente de acuerdo.
Pero hay una salvedad: la Educación es fundamental en las sociedades democráticas (como bien dices), pero creo que no es la Panacea; hace falta ADEMÁS que las familias, los medios, las instituciones, hagan sus deberes y se conviertan en ejemplos democráticos. Pero claro, a la Escuela cada vez se le transfieren más responsabilidades, y desde ese punto de vista, la Escuela debe dar respuesta al aprendizaje de valores democráticos, de los Derechos, las Obligaciones, etc. Por ello creo que "Ciudadanía", si tiene un sentido es ese, ENSEÑAR CIUDADANÍA, ¡la cívica y democrática!.
Tratar de Objetar en ello no tiene sentido.Y eso es lo que ha definido la Sentencia del Supremo; y es algo que todo demócrata, en un estado de derecho, debe acatar.
Pero ¿será uno de esos "casus belli" de los que habla Gabilondo?..
¿Cuándo nos pareceremos de verdad a nuestros países vecinos y no sólo de boquilla?

Joaquín Salmerón Juan dijo...

A mí lo que me resulta curioso, Ángel, es que los objetores que conozco sean unos intransigentes de tentaciones tiránicas a los que se les llena la boca con la palabra "libertad". Hay un elemento, que ha estado de profesor de Filosofía en un instituto de Cieza hasta el curso pasado, que negaba en clase la evolución de las especias tachándola de "falacia". Te juro que si a mis hijos les diera clase un personaje así, me declaraba objetor del contenido de su asignatura. Algunos de que están en contra de cualquier asignatura de ciudadanía (no han dicho que quieran reformarla sino eliminarla si llegan al poder) no quieren volver a 1975 sino a antes de Darwin.

Joaquín Salmerón Juan dijo...

Se me olvidaba decirte que tienes toda la razón al pedir que las instituciones, familias, etc., hagan sus deberes. No obstante, hay que recordar que muchas familias se han criado en el adoctrinamiento real de la escuela franquista, con profesores de ideología intransigente que solo creían en la democracia "orgánica" o en la "popular"; eso cuando tenían alguna formación pues en muchas ocasiones su "de-formación" democrática se ha dado en un ambiente callejero del "esto es así porque yo lo digo" tan español.
Los profesores tendréis, aunque os pese como una gruesa losa, una responsabilidad extraordinaria en la formación democrática de los futuros ciudadanos. Muchas veces no tendréis para ese trabajo la colaboración de padres e instituciones sino que incluso tendréis la oposición de poderes fácticos políticos, mediáticos y religiosos.
Yo tengo hijos adolescentes, trabajo en un centro de educación no formal y estoy en una asociación que intenta la integración cultural entre locales y foráneos (fiesta del té árabe en el museo, exposiciones sobre otras culturas no occidentales, etc.) y sé lo duro y difícil que es vuestro trabajo.
Os deseo suerte y mucho ánimo de corazón.

Anónimo dijo...

Evidentemente el tema es tan complejo como hablar de tolerancia e intolerancia, de libertad o de opresión. Lo cierto es que vivimos en ciudades, y que tenemos vecinos, con toda la complejidad y contradicción que esto conlleva. Todos nos benificiamos de lo que significa vivir en ciudades, de que el ser humano se diera cuenta hace ya mucho tiempo de las ventajas que tenía vivir en un colectivo. Aún así, aspiramos (o mucha gente lo hace, yo no) a vivir en nuestra parcela a las afueras de la ciudad en "nuestro duplex aislado en parcela" como meta de un gran objetivo de independencia frente a la dependencia.
Sea como fuere, lo cierto es que necesitamos de los demás, tal y como está todo este "tinglado" montado.
Habitamos ciudades y éstas están llenas de ciudadanos diferentes. Supongo que una asignatura como Educación para la ciudadadanía busca lo común, lo que nos une. No hace mucho no podíamos ser diferentes, todos teníamos la obligación de ser iguales bajo la educación católica. Supongo que hay un grupo que sigue estando de acuerdo con esa educación y que trata de impedir que el resto pueda mostrarse diferente y al mismo tiempo igual a los demás. Creo que lo complejo y discutible es conseguir ser iguales y a la vez diferentes. No creo que sea demagógico buscar lo que nos une como ciudadanos y enseñar a unos estudiantes sus derechos y sus deberes con el resto de conciudadanos, en el respeto y la tolerancia.

Anónimo dijo...

Estando de acuerdo con la decisión del Tribunal y de los planteamientos que están a favor de que se imparta la asignatura a nuestros hijos, hay cosas que todavía no entiendo por parte de los que defienden lo contrario.

Esta asignatura se imparte en muchos países europeos con contenidos muy similares, entonces,¿Pór qué la derecha y la iglesia católica no ha protestado en esos países y lo considera algo normal en un estado democrático?

Y en cuanto a la manipulación y adoctrinamiento, se puede realizar en cualquier asignatura. Todo ello va a depender del profesorado. De hecho, mi hija, que hace dos años cursaba primero de ESO en el Diego Tortosa, tenía un profesor de "Sociales" que antes de comenzar a explicar la Prehistoria se llevó la Biblia y empezó el temario con la creación del mundo en 7 días.

Igualmente, podría preguntame ¿Por qué con el dinero de todos los ciudadanos se sigue adoctrinando en las escuelas e istitutos públicos, en la asignatura de religión, a cientos de niños con el consentimiento de los padres?

Anónimo dijo...

siento las erratas en el anterior post, pero el teclado o me funciona bien

angel almela dijo...

Gracias Fernando por tu comentario.
¡Claro que es importante la labor del docente!. Por eso dice Gabilondo aquello de que un profesor, sin necesidad de objetores, puede realizar adoctrinamiento y transmitir fanatismo con toda la comodidad del mundo.
Lo de las clases de Religión es una de esas incongruencias que sólo se dan en este País, aconfesional y católico al mismo tiempo.
SOMOS EL TIEMPO

Anónimo dijo...

Me gustaría añadir algo al comentario del pasado domingo, y no es otra cosa que un enlace que quizá conozcais, de una web de Jose Antonio Marina

http://www.movilizacioneducativa.net/debates.asp?idDebate=116#ocho

La intención es buscar algo positivo en este debate tan politizado, buscar un sentido constructivo de esta parte de la educación que está llegando por desgracia hasta el tribunal supremo.
Un saludo.